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Principios biblicos, CREENCIAS, Y PRACTICAS

 

 

 

Prefacio

Puesto que las creencias de la Iglesia de Dios de la Profecía se basan en los principios bíblicos, nos damos cuenta que estamos en un viaje espiritual en pos de “caminar en la luz” cuando se trata de nuestra comprensión de la verdad eterna. Los siguientes puntos de vista doctrinales reflejan nuestros resultados actuales a través de nuestras Asambleas Internacionales. Siempre debemos estar muy conscientes de que, como instrumentos de derechos humanos, estamos sujetos a la comprensión limitada. Como tal, el deseo de buscar continuamente una mayor luz que mejor nos alinea con la Escritura y corrección trae a nuestro conocimiento finito.
A partir de entonces, después de cada Asamblea, el Comité de Doctrina Bíblica y la clase política se espera que haga ningún otro ajuste que serían necesarias a la luz de este mandato para reflejar las decisiones de la Asamblea.
Desde sus inicios, la Iglesia de Dios de la Profecía ha basado sus creencias en “toda la Biblia correctamente dividida.” Aceptamos la Biblia como la Palabra Santa de Dios, inspirada, inerrante e infalible. Creemos que la Biblia es la revelación escrita de Dios de Sí mismo a la humanidad y nuestro guía en todos los asuntos de la fe, por lo tanto, esperamos que la Biblia como nuestra máxima autoridad para la doctrina, la práctica, organización y disciplina.
La Iglesia de Dios de la Profecía es firme en su compromiso con la fe cristiana ortodoxa. Afirmamos que hay un solo Dios que existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Creemos en la deidad de Cristo, su nacimiento virginal, Su vida sin pecado, los milagros físicos que realizó, su muerte expiatoria en la cruz, su resurrección corporal, su ascensión a la diestra del Padre, y Su regreso personal en poder y la gloria en su segunda venida.
Nosotros profesamos que la regeneración por el Espíritu Santo es esencial para la salvación de la humanidad pecadora.
Creemos que el pecador es llevado a una toma de conciencia de la necesidad de salvación a través de la obra de convicción del Espíritu Santo. Creemos que la santificación por la sangre de Cristo, uno se hace santo. Afirmamos el ministerio presente y activa del Espíritu Santo que guía a la Iglesia y por cuya morada y empoderamiento somos capaces de vivir una vida santa y de prestar un servicio efectivo a Dios ya los demás. Creemos en la unidad y la última unidad de los creyentes por la cual nuestro Señor oró, y que esto debería ser en un lugar visible “que el mundo puede saber, ver y creer” la gloria de Dios, la venida de su Hijo, y el gran amor que Él tiene para su pueblo (Juan 17:20-23). Estamos comprometidos con la santidad del vínculo matrimonial y la importancia de las familias cristianas fuertes y amorosas.

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